El parlamento italiano aprobó una ley que hace imposible que Google venda publicidad en el país a través de sus sucursales en otras regiones de Europa. Según expertos y analistas, esta decisión es el primer paso de Italia hacia esquemas legales que permitirán a las empresas reducir la cantidad y el volumen de los pagos de impuestos.
La ley adoptada, ya conocida como Google Tax (el llamado "impuesto de Google"), sugiere que ahora, para comprar publicidad, las empresas italianas de Internet tendrán que aplicar solo a las agencias locales de relaciones públicas que son residentes fiscales de Italia. La publicidad en el popular "motor de búsqueda" Google no se mostrará en Italia hasta que la compañía abra su propia oficina de representación aquí.
Las acciones del parlamento italiano fueron inmediatamente criticadas "hasta el límite": muchos legisladores están seguros de que la ley adoptada de alguna forma viola las normas y reglamentos aplicables en el ámbito comercial en la UE. Por lo tanto, los periodistas no excluyen la posibilidad de numerosas demandas contra el parlamento italiano.
Por lo tanto, algunos medios de comunicación llaman al proyecto adoptado absolutamente "intransigente", alegando que viola directamente las leyes europeas, según las cuales la discriminación entre ciudadanos de diferentes países de Europa es inaceptable.
Los miembros del Parlamento explican que la ley está dirigida principalmente a "gigantes" del mercado como Google y la red social Facebook, que ofrecen servicios de publicidad a compañías italianas a través de afiliados ubicados en países como Irlanda o Bélgica.
Hace un par de meses, las autoridades irlandesas declararon con confianza que tienen la intención de emprender seriamente la lucha contra los esquemas ilegales que Google, Facebook y Yahoo! usado para reducir impuestos. Sin embargo, el primer país europeo en dar un paso real en esta dirección fue Italia.
Como se supo recientemente, inicialmente las autoridades italianas planearon introducir límites significativos no solo en la publicidad en Internet, sino también en una serie de productos que se pueden pedir con un solo clic, sin salir de casa. Tal decisión obligaría a muchas tiendas en línea a cerrar acuerdos exclusivamente a través de compañías locales registradas oficialmente en Italia.
La idea pertenecía al primer ministro Enrico Letta, pero en una audiencia reciente, el parlamento italiano eliminó a las compañías de Internet de la agenda.
Los analistas estiman que cada año los países de la Unión Europea pierden alrededor de cien mil millones de dólares debido a los esquemas de reducción de impuestos descritos anteriormente. Por ejemplo, el año pasado Google Corporation logró ganar más de dos mil millones de dólares en publicidad en Italia, pero dado que la compañía utilizó un esquema ilegal al realizar transacciones a través de su sucursal en Bermudas, solo 1.8 millones de dólares cayeron en el tesoro italiano.
Las grandes corporaciones con sede en los Estados Unidos de América atribuyen sus trucos al hecho de que en los Estados Unidos la tasa impositiva es prohibitiva, por lo que se ven obligados a buscar otras formas de ahorrar su propio dinero.